El líquido amniótico es
aquel que le proporciona al feto un ambiente protector, el cual es adecuado
para su defensa, desarrollo y crecimiento fetal. El volumen del líquido
amniótico es la suma total de demás líquidos que entran y salen del saco
amniótico, así pues, está regulado por un equilibrio entre la producción de orina fetal y el
liquido pulmonar, y la absorción
por la deglución fetal y el flujo intramembranoso.
Las alteraciones en el volumen
del Liquido Amniótico (LA) han sido asociadas con alteraciones perinatales
adversos y pueden ser además el marcador de varias anomalías fetales como
malformaciones congénitas, aneuploidias y restricción del crecimiento
intrauterino. Las alteraciones causadas por problemas en el volumen del LA son
las siguientes:
Polihidramnios: Ocurre debido a la
falla del feto para iniciar la deglución que provoca la acumulación excesiva de líquido amniótico y es indicación de sufrimiento fetal, puede
asociarse de forma secundaria con anomalías estructurales fetales, arritmias
cardiacas, alteraciones cromosómicas e infecciones congénitas. Complica del 0.5
al 1% de todos los embarazos. Entre las causas
maternas se encuentran diabetes mellitus, abuso de sustancias, terapia con
litio y entre las causas fetales atresias intestinales, obstrucción del sistema
gastrointestinal, anomalías neurológicas que impidan la deglución, distrofias
musculares, síndrome de transfusión feto-fetal, falla cardiaca de alto gasto,
anemia, teratoma, infección congénita, etc.; en cuanto al tratamiento se puede realizar un amniodrenaje, aunque
generalmente este depende de la causa subyacente.
Oligohidramnios:
Ocurre por el aumento de la deglución del feto, problemas con la producción de
orina o una obstrucción en el tracto de salida uretral fetal, las
malformaciones de las vías urinarias y las fugas de la membrana que son la
causa posible de la disminución de
liquido amniótico. Esta alteración complica del 0.5 al 8% de los
embarazos y en general es leve e idiopática aunque por otro lado está asociado
con la compresión del cordón umbilical y causar la disminución del ritmo
cardiaco del bebe y con ello la muerte fetal. Entre sus causas se encuentran: ruptura pretérmino de membranas
ovulares, restricción de crecimiento intrauterino, gestación cronológicamente
prolongada, utilización de medicamentos, agensia renal o displasia en el feto,
así como obstrucción uretral o riñones poliquísticos biliares infecciones
virales o bacterianas y diabetes insípida. En cuanto el tratamiento se puede realizar una infusión amniótica, la
ingesta materna de al menos dos litros de agua al día y el reposo parcial.
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